El Staffordshire Bull Terrier, staffy para los amigos, es un perro perfecto como animal de compañía. Es inteligente, cariñoso y juguetón. Y eso a pesar de su oscuro origen. Es que la historia de esta raza se remonta a la Inglaterra del siglo XIX, en pleno auge de las peleas de perros. Con el fin de obtener un mejor luchador cruzaron dos razas tradicionales, buscando combinar la agresividad del Bulldog inglés junto con los reflejos y la agilidad del Terrier. Si bien el objetivo era esta utilización cruel y perversa, la nobleza de estos animales se impuso por sobre la insensibilidad de aquellos hombres. Con el tiempo, por su fidelidad y carácter apacible, ganó terreno como mascota hogareña.
El Staffordshire Bull Terrier es un perro mediano con una cabeza poderosa y ancha. Es de constitución fuerte y de pelaje suave y corto. Lejos de lo que se pretendía en su origen, es un maravilloso perro de compañía, perfecto para integrarse en grupos familiares. Fieles y protectores, se relacionan perfectamente con los más pequeños, hasta el punto que un trabajo de la Universidad de Southampton lo colocó en el listado de las 10 razas más recomendadas para convivir con niños. Es un perro animado y alegre, que disfruta de la vida al aire libre. Pero, al no ser una raza especialmente ladradora, se adapta muy bien a la vida urbana.
Entre todas las virtudes del Staffordshire Bull Terrier a simple vista se destaca su andar potente y elegante. Su cuello ancho y firme es ideal para que luzca uno de esos bonitos collares de diseño, de los que se consiguen en una tienda online de accesorios para perros. Es un tipo de accesorio que realza el aspecto altivo de la mascota y no disimula el orgullo del dueño por salir a pasear con él.
Para que sea el perro de compañía perfecto, es importante que tenga cierto adiestramiento. Esto siempre con refuerzos positivos, haciendo hincapié en la socialización con personas y otros animales. Requiere un dueño con carácter, que pueda educarlo con firmeza y sin malcriarlo. Es fundamental que tenga su espacio y también que se le dedique el tiempo necesario para sus paseos y ejercicios.